El conocimiento tiene origen en una serie de relaciones: la lógica, la epistemológica, la dialógica y la histórica. La historia por ende, es el conocimiento de lo ocurrido en el pasado.
Partiendo de ese enunciado debemos destacar como inicio del conflicto Cda /Actc al año 1968, cuando por comodidad se cedió el poder de fiscalización a la Cadad creada por clubes del interior.
Desde ese momento hubo dos entes fiscalizadores en el automovilismo nacional que era un súpermercado de
categorías y con ello la Cadad buscó el reconocimiento Fia. Fue la batalla que definió la justicia en l974 a favor del Aca.
Disuelta la Cadad, los clubes que la integraron comenzaron a formar las Federaciones Regionales bajo órbita Cda y la intención renovadora del TC por parte del gobierno, chocó con los intereses de la categoría que decidió autofiscalizarse y en contraprouesta la Cda creó el TC2000.
La actual lucha por el dominio del deporte motor remite a aquellos tiempos y las características se mantienen. El mundo de los chacareros del TC, contra los figurones de Avenida del Libertador. Unos, hacedores consumados, integran cada vez más categorías a su dominio… los otros siempre dependientes de su apariencia poderosa, retierando la poca voluntad de trabajo que emerge solo -como ahora- cuando el agua arriba al mentón.
Objetivamente, al Aca le interesa lo que recauda y si es posible con el menor esfuerzo, es decir con las licencias cuyo costo es siempre cuestionable.
En paralelo, la Actc integró a más categorías y a más Federaciones y no hay dudas que llegado el momento, también intentará el reconocimiento Fia, que el Aca cree imposible pero en bien de la verdad, está claro que la Fia hoy, poco debe conocer de la realidad argentina.
Para peor, la nueva gobernabilidad del Aca se expresa a traves del 3er. Carman en el sillón mayor y todos sabemos que de automovilismo en ese trono no hay ni hubo idea alguna.
M.G.
Rallynoticias.com