Histeria contagiada desde los gestores para someter a límites a los temperamentos de sus pilotos, para -en definitiva- obtener un logro que beneficia al rival.
Oscar Piastri era el merecedor justificado de la victoria. Fue digitada desde el box la primacía para que Lando Norris lo superara, aprovechando su posición en el Mundial.
Sin embargo un ataque final de ética pareció invadir la intención de los directivos para que 2 vueltas antes del final, Norris cediera a Piastri la consagración, descontando menos puntos sobre el desaforado Verstappen.
El neerlandes perdió el juicio cuando intento rebasar a Hamilton, previamente acusando a su equipo de haber arruinado su carrera.
No obstante, todo suma para esta F1 circense que aprovecha y se monta en cualquier exceso para sumar un espectáculo que nadie puede aceptar, defina deportividad.
Piastri finalmente logrando su primera victoria en un Gran Premio, venciendo sobre Norris, Hamilton, Leclerc, Verstappen y Sainz.
M.G.
Rallynoticias.com