El escenario era Dijon en Francia, con los Renault Turbo que en su patria solo aspiraban a expresar un gran dominio.
Tiempos en que -en idioma tribunero- no regían en la pista tantas pelotudeces como ahora y donde los hombres expresaban sin límites pintados en el asfalto su gran pasión y competitividad.
Esa F1 no vuelve más. Hoy en circuitos mayoritariamente para ratones y con la única aspiración de llenar bolsillos y pasear figurones parecen simuladores
Relata Rene Arnoux lo ocurrido esa histórica e inolvidable jornada donde junto a Gilles Villeneuve expresaron en pista una lucha por la corona mundial, sin embargo buscaban ser escoltas de Jabouille.
«.. Con Gilles no había límites… era el equilibrista perfecto y cuando nos encontramos en la pista iniciamos una lucha que parecía no tener final ni dueño..»
«.. Era vuelta tras vuelta.. yo aprovechando el turbo de mi auto y él con maniobras impensadas buscando y logrando rebasarme para luego quedar por fuera en los curvones y rozar nuestros neumáticos buscando mantener la posición..»
«.. Corrimos para nosotros, no para la gente.. nos sustrajimos del público.. solo era una batalla entre dos y nada más..»
«.. Recuerdo que nos llamaron de la Dirección de la prueba.. ingresamos a una sala y vimos rostros serios de Lauda, Regazzoni y Schekter que representaban a los pilotos.. Lauda nos retó por lo peligroso que habíamos tornado la competencia sin pensar que en un toque -de los tantos que tuvimos- un auto podía salir desplazado hacia el público..»
«.. Con Gilles nos mirábamos sin comprender.. ni siquiera sabíamos porque estábamos allí.. Lauda preguntó a Gilles: que respuesta me puedes dar sobre esto… y Villeneuve rápidamente respondió: mañana lo haría de nuevo.. Nos miramos con Gilles y nos fuimos.. contentos porque habíamos puesto en pista la pasión que sentíamos y estabamos peleando por el segundo lugar..»
Historia excluyente de una F1 que no retornará jamás y que por supuesto no emocionará tampoco al nivel de aquel 1979. Han pasado 45 años perdiendo la magia de aquel tiempo.
M.G.
