Descontamos que ya con la reacción del público aficionado no hay mucho margen para el análisis. Mejor dicho no hay análisis porque los indicios van todos en la misma dirección: el adjetivo seguro no fue tal en una especie de mundial abreviado, por caminos históricos y con la lluvia.. que no es enemiga del rally.
Para peor, se concentraba el poder dirigente continental con la confusa representatividad de la institucionalidad argentina, en una mixtura que dejó a las claras una inoperancia inútil y riesgosa.
Una reducción de zonas para concentrar que es la llama que inflama los ánimos de los aficionados y sobre todo la ignorancia de entender que la contracultura de estos años políticos en el país, ha generado una nueva raza, más animal que humanamente civilizada.
Lo visto y relatado por muchos, testimoniado en las redes es solo una parte de la inutilidad expresada en tono dirigencial para generar un valor agregado muy peligroso para la práctica del deporte motor.
La imagen es elocuente y destaca lamentablemente la inoperancia reinante.
Sintéticamente… una vergüenza…. mucha figuración –también réditos- olvidando que nada ni nadie, es más grande que el propio deporte…
M.G.
Rallynoticias.com